مجلة السنونو (
العدد التاسع ) -
قصة قصيرة
|
|
الطلب (
بقلم : خوانا ديب -
ترجمة : عبود طحان
- مراجعة : ماري خاشوق ) (
ARA/ESP
)
|
|
الطلب
بقلم: خوانا ديب
ترجمة: عبود طحان
مراجعة: ماري خاشوق
ــ دخل
صاحب الشركة إلى مكتبه مبكراً أنيقاً ــ كما كان دائماً ــ بالطقم الرمادي وقميصه
اللامع وربطة العنق الحمراء وقال مبتسماً للسكرتيرة:
ــ صباح
الخير إيلينا.
ــ صباح
الخير سيد ميغيل. وراحت تفكر " إنه يبدو أكثر شباباً وينظر إليَّ بشكل مميز..
وربما؟..."
كانت
إيلينا ترتدي تنورة زرقاء وقميصاً مماثلاً وأحست كأن ميغيل يريد أن يقول لها
شيئاً.. فهي تعمل عنده منذ خمس عشرة سنة ومن حسن حظها فقد كانت البارحة عند
الكوافيرة.
يقترب
ميغيل من ايلينا قائلاً: أريد طلباً منكِ.
ــ كما
تريد... وتتساءل: " ماذا يريد؟ وتتسارع دقات قلبها...
ــ الأفضل
أن أرويه لكِ عند العشاء.. لديَّ أعمال كثيرة اليوم وعليَّ الرّد على كثر من
عملائنا في الخارج.. سنتكلم بهدوء عند المساء..
ــ كما
تشاء.. ( إيلين تعرف عدة لغات وقد ترفعت تدريجياً حتى بلغت هذه المرتبة كما رافقت
صاحب العمل في عدة رحلات إلى أميركا وأوروبا.
وعاودتها
الذكريات عند نبع تريفي حين أمسك ميغيل بيدها ظنت أنه يقول لها: ( أحبكِ) وإنما
يريد أن يعلمها كيف سترمي النقود في النبع؟
ــ وعندما
تناولا العشاء في باريس ودعاها لشرب الشمبانيا نخب عقد تجاري كبير. ( لم ينظر إليها
بحب كبير ) أما في لندن.. نعم في لندن أمسك بذارعها عند دخولهما المسرح...
لحظات حلوة
أمضتها بصحبة ميغيل رغم أنه لم يشترِ لها زهرة الأوركيد في شوارع نيويورك ولم يضع
الزهرة على صدرها.. مع أنه دعاها مرة إلى العشاء.. وراحت تلوم نفسها قائلة: عليَّ
ألاّ أشرد.
عند
الانتهاء من العمل ذهبا إلى العشاء.. سألهما النادل:
ــ ماذا
تريدان؟
ــ ماذا
تريدين يا إيلين؟
ــ كما
تريد أنتَ. ( أجابت إيلين بصوتٍ ناعم, وكأنها تحت إمرة ميغيل منتظرة أن يقول لها
كلمة حب.)
وكالعادة
راحا يتحدثان عن أمور الشركة. وتتساءل إيلين في سرها:
( إنه لم
يقرر بعد.. عليَّ أن أساعده, إنه خجول جداً.)
وفجأة
يتكلم ميغيل:
ــ إيلينا.
سأطلب منك معروفاً.. واعذريني سلفاً فإني أتخوف من جرأتي..
ــ
لا...لا... تابع .. ماذا ستقول؟
إيلين..
لقد تعرفت على شابةٍ وأود الزواج منها
( عندها
أحست بالشلل يسيطر عليها ودون أن تتفوه بكلمة راحت تنصت إليه...)
ــ إنها
شابة غير ناضجة وأمها مريضة وتطلب العمل لدينا وأود أن نساعدها.
( إيلينا
أحست بدوار وانبح صوتها.. أجابته: نعم
قال ميغيل
سأعطيك عنوانها وأريدك أن ترسلي لها كل يوم باقة من الأزهار
تناولت
البطاقة بيد مرتجفة وأخذت تتساءل: إليَّ, لم يرسل أزهاراً أبداً... فقط مرة عندما
كنت مريضة... وتابعت منصتة لحديثه:
ــ ماريانا
شابة صغيرة.. هل سيعجبها هذا الخاتم؟ قال ذلك بينما كان يريها هذا الخاتم البراق
الساحر لكن إيلينا لم تمسه بل قالت:
ــ إنه
رائع وسيعجبها حتماً...
ــ لا
تهمني الكلفة وأنا واثق من ذوقها الرفيع. أريد أن يكون كل شيء من النوع الممتاز...
وكالعادة
كل يوم أوصل ايلينا إلى بيتها وودعها عند الباب.
دخلت البيت
متثاقلة الخطا... وأمام المرآة سالت دموعها تروي بعض تجعدات وجهها.. ولأول مرة
انتبهت: ( ماهذا الذل والهوان؟ خمسة عشر عاماً, ماهذا الذل؟ لو كنت قلتها لأرنستو,
أو للدكتور أرانوا, ولكن لا... كان أمامي ميغيل.. ولا أحد سواه.. لو.. لكان لديَّ
أطفال؟!
وظلت تردد
ذلك باكية حتى الفجر... ولكن عليها أن تنجز الوعد... ( اشترت لمريانا باقة ورد,
وساعدتها على ثوب الخطوبة وتولت تأمين الأزهار المناسبة )
ــ ولكن كم
هو غريب؟ قالت بائعة الورد: باقتان من الأزهار الحمراء لامرأتين وكلتاهما من المرسل
نفسه!
كذلك
تساءلت الخياطة: ياللعجب ثوبان متماثلان؟!..
أجابت
إيلينا:
ــ الثوب
الثاني لابنة أختي التي تعيش في التشيلي وستتزوج مثل ماريانا بنفس اليوم وهي بنفس
قامتي وطولي وستعجبها هذه الهدية
( حفلة
الزواج كانت رائعة حيث تولت ايلينا كل شيء فيها المكان ولائحة المدعوين... و ... )
تساءل
ميغيل
ــ أين
ايلينا؟ أين هي... ربما في أحد الصالونات... وأخذ يبحث عنها وهو يرحب بضيوفه... لكن
ايلين لم تكن موجودة... خلال لحظات سريعة خطر له أن ايلينا أحبته بصمت... وفكرت
بفارق العمر فهي في الثانية والأربعين بينما خطيبته في الثامنة عشرة...
ــ في
اليوم التالي طرقت إحدى صديقاتها بابها متعجبة من غيابها عن الحفل:
ــ ايلين.
هل أنتِ بخير؟ لماذا لم تحضري البارحة؟
( ولكنها
لم تجبها... وفتحت الباب الذي لك يكن موصداً... ودخلت البيت )
ــ إيلين
... أين أنتِ؟
وكم كانت
المفاجأة حين دخلت غرفة النوم رأتها مستلقية ( لباس الخطيبة نفسه.. وصبغة الشعر
ذاتها.. وبغض الورد عينه )
اقتربت
منها نادهة:
ــ ايلين..
ايلين ماذا حدث لكِ؟ لِمَ أنتِ بهذا الزي؟
وبعد أن
لمستها سمع الجيران صراخها:
ــ لقد
انتحرت المسكينة... لقد انتحرت ...
غصن من الورد الأحمر دلَّ على حزنها...
|
|
EL PEDIDO
By: Khwana Deeb
Translated by: Aboud Tahan
Review by: marry khashok
El dueño de la empresa entró temprano a su
despacho. Elegante como siempre, con traje gris, camisa celeste y corbata roja.
-Buenos días, Elena –dijo a su
secretaria con una sonrisa.
-Buenos días, Miguel. –Y Elena pensó:
"Parece más joven. Hoy me ha mirado de una manera distinta, y tal ves"…
Elena tenía un traje azulino con
blusa en mismo tono
"No sé por qué siento que Miguel va a
decir que me quiere. Llevamos quince años trabajando juntos. Por suerte ayer fui
a la peluquería".
Miguel se acercó a Elena.
-Tengo que hacerle un pedido.
-Lo que quiera Miguel. ¿Qué va a
decirme? –Elena sintió que su corazón palpitaba aceleradamente.
-Mejor se lo dire a la hora de la
cena. Hay mucho
trabajo. Debo dictarle varias cartas par alas
sucursales del extranjero. Cuando terminemos iremos a cenar, allí estaremos más
tranquilos.
-como usted quiera. –Elena sabía
idiomas y había ido escalando posiciones en la empresa hasta llegar al puesto
que ocupaba. Acompañaba a su jefe en los viajes que éste hacía a Norteamérica y
a Europa.
"Aqui junto a la Fontana de Trevi, me
dirá que me ama", pensaba estremecida de gozo cuando Miguel le tomó la mano para
indicarle cómo debía las monedas
"Y cuando cenamos en parís y me
invitó a tomar champán para festejar el éxito de un negocio ¿no me miró con
amor?", recordaba.
"Sí, fu en Londres, sí, en Londres,
cuando me tomó del brazo al entrar al teatro".
Elena revivía todos los instantes de
galantería que había tenido Miguel para con ella.
"¿No me compró orquídeas en las
calles de Nueva York y me ayudó a prenderlas en el pecho? Si lo hubiera invitado
a cenar alguna vez, se decía arrepentida, pero no debo distraerme".
Al finalizar el trabajo se fueron a
cenar.
-¿Qué se van a servir? –preguntó el mozo.
-Elena, qué desea servirse.
-Lo que usted pida –contestó con voz suave en una
entrega total a la voluntad de Miguel, quien durante la cena le diría que la
amaba.
Como de costumbre hablaron de la
empresa.
"No se decide, pensaba Elena, debo
ayudarlo, es tan tímido".
-Elena, quiero pedirle un favor.
Perdone por el atrevimiento que me tomo.
-No, no, siga usted.
-Elena, he conocido a una joven y
deseo casarme con ella.
Elena sintió que todo su ser se
paralizaba y sin poder pronunciar palabra escuchaba a Miguel que seguía:
-Es tan joven e inexperta. Tiene la
madre enferma, quería trabajar en la empresa. Me gustaría que usted la asesore
en su ajuar.
-Sí – dijo solamente Elena con los
ojos vacíos y un quiebro de voz.
-Quisiera que todos los días le haga
mandar un ramo de rosas, aquí tiene la dirección.
Elena tomó la tarjeta con un temblor
en las manos.
"A mí nunca me mandó flores. Solo una
vez, cuando estuve enferma". Elena escuchaba:
-Mariana es tan joven ¿cree que le
gustaráel anillo? –le dijo mientras le acercaba el estuche con un anillo en el
cual destacaba un inmenso brillante. Pero Elena no lo tomó.
-Es hermoso, seguro que le gustará.
Y seguía escuchando.
-No importa el gasto. Yo confío en su
buen gusto. Quiero que todo sea de calidad.
Miguel, como de costumbre, se
despidió de Elena en la puerta de su casa.
Elena entró como una sonámbula. Se
miró al espejo. Se tomó el rostro con las manos. Las lágrimas marcaban los
surcos de algunas arrugas. Por primera vez tomó conciencia:
"Qué desperdicio! Quince años! Qué
desperdicio! Pude haberle dicho sí a Ernesto, al doctor Aranda, pero no, tenía
que ser Miguel o ninguno. Pude tener hijos, hijos…", repetía llorando hasta casi
el amanecer.
Pero debía cumplir con el encargo.
Compró para Mariana la lencería más fina, más delicada. La ayudó a elegir el
traje de novia y encargó las flores.
"Qué raro, pensó la vendedora de
flores, dos ramos de rosas rojas para dos mujeres y las dos con el mismo
remitente".
-¿Dos trajes iguales? –le preguntó asombrada la
modista un día que fue Elena sola a ver si todo marchaba bien.
-Sí, uno es para mi sobrina que vive
en chile y se casa el mismo día que Mariana. Como tiene la misma talla, pienso
que le va a encantar mi regalo. Ya le avisé por teléfono que le iba a enviar el
traje de novia.
Elena se encargó de la fiesta. Eligió
el lugar con anticipación y ayudó con la lista de invitados.
La boda resultó preciosa. Elena podia estar
feliz. –pero, dónde está Elena –se preguntó el novio-.
Dónde está Elena, tal vez en alguno de los
salones, iremos a recorrerlos –le dijo a la novia-, y a la vez saludaremos a los
invitados.
Pero Elena no estaba. Miguel
comprendió por unos instantes que ésta lo había amado en silencio y se sintió
ridículo con sus cuarenta y dos años al lado de una novia de dieciocho.
Al otro día, una compañera fue a ver
a Elena, extrañada por su actitud. Tocó la puerta:
-Elena, ¿estás bien? ¿por qué no
fuiste al casamiento?
Pero Elena no contestaba. Abrió la
puerta que estaba sin llave y entró al departamento.
-Elena, ¿dónde estás?
Al entrar al dormitorio la vio
acostado. Tenía puesto el mismo vestido que la novia, el mismo tocado, el mismo
ramo. Se acercó:
-Elena, Elena, ¿qué te pasa?, ¿por
qué estás vestida así? –la tocó y sus gritos alertaron a los vecinos.
-Se ha suicidado! Se ha suicidado!
Un ramo de rosas rojas mostraba su
tristeza. |
|
WEBMASTER : AA-ALSAAD
|
This Web Site Programmed and
Written By ABD ALMASSIH JAMIL ALSAAD
..... Copyright 2003 (C) SCOPNET All
Rights Reserved
|
ليست هناك تعليقات:
إرسال تعليق